domingo, 30 de agosto de 2009

DEL CACAO Y OTROS COTORREOS

Del cacao al chocolate, del chocolate a los antojos ¿quien diría que este grano causaría tanta adicción? Y pensar que primero fue relegado a las clases más bajas y que no tenía la importancia que tiene ahora en la pastelería…

El cacao, del que se produce el chocolate, es símbolo de sensualidad y de satisfacción. Tan delicioso que hasta los europeos dejaron de lado sus prejuicios y no hicieron caso a lo que comentó Madame de Sevigne, en la corte de Luis XIII, al mencionar que la ingesta de chocolate producía niños negros.

El cacao, del género Theobroma, es el fruto del árbol llamado cacaotero, que crece en tierras cálidas y necesita una sombra que lo resguarde, por ende siempre está cerca de un árbol mucho más grande.

Es una especie de mazorca de forma alargada y abombada, con los gajos que contienen las semillas o almendras, su color varia y puede ser amarillo, verde, naranja, café rojizo o anaranjado.

Cotorreos

Los primeros cronistas, testigos de la conquista, dejaron varias recetas interesantes, producto de sus observaciones y la generosidad de los indígenas, que fueron los primeros en consumir este elemento en sus bebidas: le agregaban maíz y lo usaban para curar enfermedades nerviosas y cardiovasculares.


Durante el periodo virreinal, se consumía chocolate a todas horas, tanto por españoles y portugueses. El cacao se procesaba en los conventos y quedaba en forma de pastillas redondas o cuadradas, teniendo así merecida fama el chocolate elaborado en el Convento de San Jerónimo, el de las madres Capuchinas y el de Santa Clara.

Se acostumbraba a beberlo batido, espumoso y bien perfumado, agregándole leche, queso, canela, acompañado de pan con huevo, roscas de manteca y otras delicias típicas de la pastelería de entonces.


Tanta era la pasión que una vez el sumo sacerdote prohibió su consumo, ya que las damas iban bebiendo el líquido hasta en horas de misa. Lo mismo pasaba con las monjas del claustro, no había forma de parar el vicio.


¿Importa?

La disputa no se demoró en llegar. Se han escrito muchos libros, refutando la procedencia de este grano y siempre se ha terminando en empate: México vs Venezuela.

Según diversos autores Mexicanos el cacao fue un elemento muy usado por los aztecas, por ende fueron los primeros en cultivarla, probarla y procesarla. Mientras que otros investigadores venezolanos aseguran que este fruto data del periodo cuaternario y se producía al sur del lago de Maracaibo, con una extensión que abarca desde Venezuela, Colombia y América central hasta cierta parte de México.

Y finalmente ¿de dónde es?, tal vez eso no les importe mucho a los europeos, quienes hicieron con el chocolate mil y un maravillas. A la hora de la hora, a nadie le interesa de dónde vino, sino a dónde va esa trufa o ese trozo de pastel marrón húmedo. Qué importa la nutrición, si sirve para alegrar el corazón.